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Después de las vacaciones de verano es normal que nos cueste volver a la rutina. Las vacaciones son un momento de relax en el que nos liberamos de las responsabilidades y prisas del día a día. Un tiempo en el que tenemos la oportunidad de disfrutar de actividades fuera de la rutina habitual y escapar de las tensiones de la vida diaria.

Una de las razones por las que nos cuesta volver a la rutina después de las vacaciones de verano puede estar relacionada con la falta de vitaminas. Durante las vacaciones, a menudo cambiamos nuestros hábitos alimenticios y quizás no prestemos tanta atención a una dieta equilibrada, como lo haríamos en otras épocas del año. Esto puede llevar a una deficiencia de vitaminas y otros nutrientes, lo que puede afectar a nuestra salud, tanto física como mental.

Ello nos puede llevar a experimentar una serie de síntomas que hacen que nos sintamos más cansados, letárgicos y con falta de energía. Algunos ejemplos de cómo la falta de vitaminas puede influir en esta transición incluyen:

  • Falta de energía: Las vitaminas del grupo B son esenciales para la producción de energía. La carencia de estas vitaminas puede llevar a la fatiga y la falta de motivación para enfrentar las responsabilidades diarias.
  • Déficit de vitamina D: Las vacaciones de verano a menudo implica exponerse al sol, que es una fuente importante de vitamina D. Al volver a la rutina, si no seguimos recibiendo suficiente exposición solar o no comemos alimentos ricos en vitamina D, esto puede afectar a nuestro estado de ánimo y nuestra salud en general.
  • Falta de concentración: Las vitaminas como vitamina C y vitamina E son antioxidantes y ayudan a mantener el cerebro saludable. Su carencia puede afectar a la concentración y la capacidad para afrontar tareas mentales.
  • Empeoramiento del estado emocional: La falta de vitaminas puede influir en el estado emocional, aumentando los síntomas de ansiedad o depresión. Esto puede hacer que la vuelta a la rutina sea aún más complicada.

¿Cuáles son los complementos vitamínicos y los nutrientes que nos aportan vitalidad?

Destacamos:

  • Vitamina C: Actúa como antioxidante y ayuda al cuerpo a absorber el hierro de los alimentos. Además contribuye a reducir la fatiga y mejorar el sistema inmunitario.
  • Zinc: El zinc es un mineral esencial con diversas funciones importantes en el organismo. Éstas incluyen soportar el sistema inmune, contribuir a la cicatrización de heridas, mantener la salud ocular, influir en las funciones cognitivas, mantener la salud ósea y participar en la metabolización de los nutrientes.
  • Vitamina D: Juega un papel relevante en la absorción de calcio y en el mantenimiento de la salud ósea. También se ha asociado con un aumento en la energía y el estado de ánimo.
  • Ginseng: Es una planta utilizada tradicionalmente para aumentar la energía y la resistencia. Puede mejorar la función cognitiva y reducir la fatiga.
  • Jalea real: La jalea real es un producto natural producido por las abejas. Es muy rica en nutrientes y es revitalizante en casos de fatiga. Algunos estudios apuntan además a la actuación de las proteínas de la jalea real en el sistema inmunitario.
  • Extractos de plantas y hierbas: Algunas formulaciones de complementos incluyen extractos de plantas y hierbas como la equinácea, el ginkgo biloba, la hierba de San Juan que mejoran la función cognitiva.

Todos estos componentes, combinados con una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable, pueden ayudar a mejorar la vitalidad y proporcionar mayor energía.



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